¿Qué son los materiales biodegradables? ¿Qué tipos hay?
Vivimos en una era en la que la sostenibilidad ya no es una opción, sino una necesidad. La preocupación por el impacto ambiental de nuestros hábitos de consumo ha llevado a un interés creciente por los materiales biodegradables.
Pero, ¿sabemos realmente qué son y por qué son tan importantes? A lo largo de este artículo vamos a explicarte todo lo que necesitas saber: qué son, qué tipos existen y cómo pueden ayudarnos a construir un futuro mejor. ¡Vamos a ello!
¿Qué son los materiales biodegradables?
Un material biodegradable es aquel que puede descomponerse de forma natural, mediante la acción de microorganismos como bacterias, hongos y algas, sin dejar residuos tóxicos para el medioambiente.
Esta descomposición ocurre en un plazo relativamente corto, dependiendo del material y de las condiciones del entorno (humedad, temperatura, presencia de oxígeno, etc.).
Por lo tanto, para que un material se clasifique como biodegradable, debe descomponerse al menos en un 90 % en componentes simples como dióxido de carbono (CO₂), agua (H₂O) y minerales, y, además, debe hacerlo en un plazo igual o inferior a seis meses bajo condiciones ambientales normales.
Por lo tanto, para que un material se clasifique como biodegradable, debe descomponerse al menos en un 90 % en componentes simples como dióxido de carbono (CO₂), agua (H₂O) y minerales, y, además, debe hacerlo en un plazo igual o inferior a seis meses bajo condiciones ambientales normales.
Diferencias entre biodegradable, compostable y reciclable

Es común confundir estos tres conceptos, ya que los 3 aportan muchos beneficios para el medioambiente. No obstante, cada uno tiene características y beneficios distintos que te vamos a explicar a continuación:
- Biodegradable: se descompone naturalmente por la acción de microorganismos. No necesariamente precisa de condiciones específicas.
- Compostable: además de biodegradarse, se convierte en abono o compost rico en nutrientes, y lo hace en condiciones específicas de temperatura y humedad, generalmente en instalaciones de compostaje.
- Reciclable: no se descompone, pero puede ser reprocesado para fabricar nuevos productos, reduciendo así el uso de materias primas vírgenes.
Un producto puede ser reciclable sin ser biodegradable, y viceversa. Por ejemplo, el papel con semillas es biodegradable y, en muchos casos, también compostable, lo que lo convierte en una opción sostenible doblemente eficaz.
Tipos de materiales biodegradables
En el mercado actual existen diversos tipos de materiales biodegradables, muchos de los cuales están revolucionando industrias enteras como el packaging, la moda, la agricultura y la alimentación.
A continuación, aprovechamos para explicarte cuáles son los más comunes:
Papel y cartón
Son probablemente los más conocidos. Procedentes de fuentes naturales (como la celulosa de árboles), el papel y el cartón se degradan fácilmente en el ambiente, sobre todo si no están plastificados o tratados químicamente.
Un ejemplo innovador es el papel con semillas, que no solo es biodegradable, sino que también promueve la vida vegetal al germinar cuando se planta.
Papel biodegradable y compostable: papel con semillas
Como ya hemos mencionado, el papel de semillas es un tipo de material biodegradable. Está elaborado a partir de fibras naturales, como algodón reciclado o celulosa sin aditivos químicos, lo que permite que se descomponga fácilmente en el medioambiente sin dejar residuos tóxicos.
Además, al contener semillas en su interior, este papel no solo desaparece de forma segura al entrar en contacto con la tierra y la humedad, sino que también da lugar a nueva vida vegetal.
Gracias a la acción de microorganismos presentes en el suelo, el papel se transforma en dióxido de carbono, agua y nutrientes, facilitando así el proceso de germinación.
Su doble funcionalidad lo convierte en un excelente ejemplo de economía circular y sostenibilidad en acción.
Bioplásticos
Fabricados a partir de materias primas renovables como el almidón de maíz, la caña de azúcar o la fécula de patata. Aunque no todos los bioplásticos son compostables, los que lo son (como el PLA) ofrecen una alternativa interesante a los plásticos derivados del petróleo.
Telas naturales
Materiales como el algodón orgánico, lino, cáñamo o lana son biodegradables y sostenibles, sobre todo si han sido cultivados sin pesticidas ni químicos dañinos. Estas telas, una vez desechadas, se descomponen sin dejar rastro tóxico.
Residuos agrícolas y orgánicos
Algunos productos derivados de residuos agrícolas, como los posos del café, la cáscara del arroz o el bagazo de caña, están siendo utilizados para crear envoltorios, utensilios e incluso materiales de construcción que son completamente biodegradables.
Madera y bambú
Ambos son materiales biodegradables y, cuando se obtienen de fuentes sostenibles, también son renovables. Se usan en productos de uso cotidiano como cepillos de dientes, utensilios de cocina o mobiliario.
Algas y micelio
Innovaciones recientes han llevado a la creación de envases y tejidos a partir de algas y hongos (micelio). Estas alternativas se descomponen de manera rápida y tienen un impacto ambiental mínimo, además de ofrecer grandes posibilidades en diseño y funcionalidad.